El signo neurológico más
frecuente en la clínica veterinaria son las convulsiones epilépticas, hay que
recordar que no es una enfermedad, sino un signo clínico de una alteración
estructural o metabólica. Puede ser idiopática
o estructural, con una patología intra o extracraneal que la esté provocando.
La mayoría de las veces es
autolimitante, pero eso no significa que debamos esperar a que se resuelva por
sí sola, ya que puede prolongarse en el tiempo produciendo daños irreparables
en el cerebro.
¿Qué debemos hacer?
Debemos acudir o llamar a un
veterinario, este nos irá diciendo los pasos a seguir.
Lo primero es estabilizar al
paciente, controlar la hipertermia y poner
una fluidoterapia y medicación específica.
Hay que destacar la importancia
de la realización de pruebas para descartar una patología primaria que nos esté
provocando el cuadro.
Lo primero que habría que
realizar sería una analítica sanguínea que incluya hemograma y bioquímica
completos, radiografías y ecografías, así como un análisis de orina. Si los
resultados de estos análisis son normales, debemos concentrarnos en la
posibilidad de una lesión intracraneal, por lo que pueden ser necesarias pruebas más específicas como el TAC,
Resonancia Magnética o análisis de líquido cefalorraquídeo.
Solo si todas estas pruebas son
normales podemos diagnosticar una epilepsia como idiopática.
El pronóstico siempre va a ser
variable según la causa.
Hospital Veterinario EME . Blanca Barrio
*fotografía fuente animalmascota
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