Con este término nos referimos a
cualquier crecimiento anómalo de carácter neoplásico o no, que afecta a las
poblaciones celulares que forman la piel (epidermis, dermis y anejos cutáneos).
Los tumores cutáneos son los más frecuentes
en el perro, y representan un tercio de los tumores hallados en esta especie.
En el gato, solo los tumores linfáticos ocurren con mayor frecuencia que los
tumores de piel y tejido subcutáneo, siendo estos una cuarta parte de los
tumores de la especie. De los tumores primarios de piel en perro,
aproximadamente, entre el 20-40% son malignos aumentando esta cifra en el caso
de los gatos hasta el 50-65%.
La etiología de estos tumores es multifactorial y en gran parte desconocida. Entre los factores que contribuyen a su desarrollo se encuentran factores físicos, influencias genéticas y moleculares, hormonas, virus, factores inmunológicos etc.
Uno de los axiomas en oncología tanto humana como veterinaria, es que el diagnóstico precoz es la mejor arma contra el cáncer.
Por lo tanto, ante cualquier masa que el propietario localice en la piel, por pequeña que sea, la actuación más responsable es acudir al veterinario para una evaluación completa del animal y de la masa, realización de pruebas complementarias y toma de decisiones.
Hospital Veterinario EME. Consulta y tratamientos Oncológicos.
Alba Alonso Merino. MSc