viernes, 17 de febrero de 2017

Dermatitis atópica en animales de compañía


Las dermatopatías alérgicas son el principal motivo de consulta en dermatología veterinaria, principalmente en perros, y los casos de hipersensibilidad son los más frecuentes de nuestra especialidad. La atopia es indudablemente una de las enfermedades más frecuentes y su denominación como dermatitis atópica no hace más que aseverar la gran importancia de la piel como órgano diana de la misma.

Se trata de uno de los procesos más comunes y que más se ven en la clínica diaria. Algo muy normal en consulta es acudir por problemas de piel con la presentación de problemas “visibles” o “molestos” para los propietarios, como son las descamaciones o “caspa”, alopecias (ya sean difusas o localizadas), costras, pústulas o zonas muy enrojecidas y con presentación de un excesivo picor.

La gran mayoría de las ocasiones que se presenta un caso de estas características suele estar asociado a una atopia de base, sobre todo en animales que genéticamente están predispuestos a ello como son las razas Bulldog Francés, Bull Terrier, West Highland White Terrier, Yorkshire Terrier, etc.

Se puede definir como la predisposición genética a desarrollar una enfermedad inflamatoria y pruriginosa de la piel, asociada más frecuentemente con la producción de IgE frente a alérgenos medioambientales, entre los que se pueden incluir:

  • Ácaros (principalmente sus heces).
  • Pólenes.
  • Hongos.
  • Descamaciones epidérmicas.
  • Insectos.

En algunos casos puede estar asociada a la alergia a algún tipo de alimento o componente dentro de la alimentación.

Su diagnóstico se basa fundamentalmente en la historia clínica del paciente, el cuadro clínico y la exclusión de enfermedades que sean compatibles con un cuadro pruriginoso.

Se puede considerar un animal con problemas de alergia ambiental siempre y cuando se cumplan 5 de los 8 siguientes pasos:

  1. Inicio de los signos antes de los 3 años de edad.
  2. Perro que vive principalmente en interiores.
  3. Prurito que responde a glucocorticoides.
  4. Prurito sin lesiones/primario al inicio.
  5. Extremidades delanteras afectadas.
  6. Pabellones auriculares afectados.
  7. Márgenes auriculares no afectados (cara cóncava).
  8. Área dorso lumbar no afectada.
Articulo DVM David Ramos

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