Factores más predisponentes en la piómetra canina
La piómetra se define como el material purulento en el lumen uterino. Dicha patología afecta a un alto número de perras enteras generando así una de las principales casusas de enfermedad y muerte.(1)
Los factores hormonales son los que juegan un papel predisponente a la hora del desarrollo del complejo hiperplasia endometrial quística que se establece durante el diestro, es decir, la fase lútea. En dicho momento reinará la progesterona.(2)La invasión bacteriana será oportunista ya que los microorganismos suelen formar parte de la flora vaginal.(3)
Para el diagnóstico es necesario toma de una citología vaginal, radiografía abdominal y ecografía.(2)El tratamiento tradicional es la ovariohisterectomía (OHE) y si es un tratamiento médico, actualmente, se está usando un esteroide sintético que es el aglepristone.(4)
Hay ciertos factores que favorecen al desarrollo de esta patología como son la edad de la perra, la fase del ciclo estral en el que se encuentra (cuánto tiempo ha pasado desde el último celo), si ha sido tratada con estrógenos o progestágenos anteriormente y por último, si se le ha realizado una ovariectomía (OVE) u ovariohisterectomía (OHE) recientemente. Pero el factor principal de desarrollo de una piómetra en perras es por la acción hormonal de la progesterona.(5)
1. Edad
La edad del animal es un factor muy importante a la hora de desarrollar una piómetra. Esta patología afecta al 25% de perras adultas y suele darse antes de los 9 años.(6)Aunque en los países en los que no se realiza la ovariohisterectomía, afecta a un 50% de las perras adultas.(5)Aun así, las perras pueden desarrollar una piómetra entre los 4 meses hasta los 18 años y se ha determinado que la edad media es entre los 6 y 8 años.(7,8,9)
2. Fase del ciclo estral
La fase del ciclo estral en el que se encuentra el paciente es determinante para el desarrollo de la piómetra canina. Siendo este el factor más importante y el que desencadena toda la patología.
Todos los estudios determinan que cuando hay un alto nivel sérico de progesterona es el momento de mayor incidencia para el desarrollo de piómetra. Por tanto, es durante el diestro cuando hay una mayor probabilidad de que el paciente la desarrolle.(5)Aunque un alto nivel de progesterona no significa que al comparar la progesterona de una perra sana con una perra que padece una piómetra vaya a ser mayor sus niveles séricos. Sino que cuando el paciente se encuentra en diestro, es decir, con niveles séricos altos de progesterona, va a facilitar la proliferación bacteriana puesto que esta hormona induce a la inmunosupresión del animal(10), la disminución de las contracciones del miometrio y al aumento del grosor del endometrio.(11) Además, se deberá tener en cuenta, que previo a la piómetra, se ha desarrollado una hiperplasia endometrial quística que junto con la progesterona, favorece aún más esa inmunosupresión del animal.
3. Tratamientos anteriores con estrógenos o progesterona
Todos los estudios determinan que cuando hay un alto nivel sérico de progesterona es el momento de mayor incidencia para el desarrollo de piómetra. Por tanto, es durante el diestro cuando hay una mayor probabilidad de que el paciente la desarrolle.(5)Aunque un alto nivel de progesterona no significa que al comparar la progesterona de una perra sana con una perra que padece una piómetra vaya a ser mayor sus niveles séricos. Sino que cuando el paciente se encuentra en diestro, es decir, con niveles séricos altos de progesterona, va a facilitar la proliferación bacteriana puesto que esta hormona induce a la inmunosupresión del animal(10), la disminución de las contracciones del miometrio y al aumento del grosor del endometrio.(11) Además, se deberá tener en cuenta, que previo a la piómetra, se ha desarrollado una hiperplasia endometrial quística que junto con la progesterona, favorece aún más esa inmunosupresión del animal.
3. Tratamientos anteriores con estrógenos o progesterona
Los tratamientos con estrógenos o progestágenos pueden inducir al desarrollo de una piómetra, principalmente en hembras jóvenes. Sabiendo que esta patología se desarrolla gracias a los efectos hormonales, como causa principal, la administración de estrógenos durante el diestro (donde las concentraciones de progesterona son altas) produce un aumento de probabilidad al desarrollo de esta patología.
Las hembras no tratadas con estrógenos pueden desarrollar una piómetra a los 8,5 años de media. Mientras que las hembras que han sido tratadas con estrógenos anteriormente suelen desencadenar una piómetra a los 5,5 años de media.(9)
Las hembras no tratadas con estrógenos pueden desarrollar una piómetra a los 8,5 años de media. Mientras que las hembras que han sido tratadas con estrógenos anteriormente suelen desencadenar una piómetra a los 5,5 años de media.(9)
4. Hembras nulíparas
En las hembras nulíparas aumenta el riesgo de padecer una piómetra hasta seis veces más que aquellas que han parido una o más veces.(6)Se determina que casi el 75% de los casos registrados de piómetras son nulíparas.(12)
5. Tratamiento quirúrgico anterior
La ovariectomía (OVE) es la extracción quirúrgica de los ovarios, mientras que la ovariohisterectomía (OHE) es la extracción quirúrgica de los ovarios y el útero.
Ambas son técnicas realizadas como prevención del desarrollo de ciertas patologías reproductivas como un tumor, una hiperplasia endometrial quística o una piómetra. Se determina que la realización de una OHE quita cualquier probabilidad al desarrollo futuro de una patología del aparato reproductor femenino.(25) Si se realiza una OVE no se podrá tratar al animal con estrógenos o progestágenos, a pesar no haber motivo para su uso. Es preferible la realización de una OHE que una OVE.(1)
Ambas son técnicas realizadas como prevención del desarrollo de ciertas patologías reproductivas como un tumor, una hiperplasia endometrial quística o una piómetra. Se determina que la realización de una OHE quita cualquier probabilidad al desarrollo futuro de una patología del aparato reproductor femenino.(25) Si se realiza una OVE no se podrá tratar al animal con estrógenos o progestágenos, a pesar no haber motivo para su uso. Es preferible la realización de una OHE que una OVE.(1)
BIBLIOGRAFÍA
1. Martí Angulo S. Patologías uterinas y ováricas. In: Reproducción y neonatología canina y felina. Servet. 2011. p. 138–51. 2. Fossum et al 2013. cirugia de pequeños animales. Journal of Chemical Information and Modeling. 2013. 1632 p. 3. Quinn P., Markey B., Leonard F., Hartigan P, Fanning S, FitzPatrick E. Veterinary Microbiology and Microbial Disease. Revised. USA; 2011. 928 p. 4. Hamm BL, Dennis J. Piometra canina, reconocimiento y diagnóstico tempranos. Veterinary Medicine. 2012 Sep;33–7. 5. Hagman R. Clinical and Molecular Characteristics of Pyometra in Female Dogs. Reprod Domest Anim. 2012;47(SUPPL. 6):323–5. 6. Onclin K., Verstegen J. Piómetra. In: El consultor en la clínica veterinaria. 1 Ed. Inte. 2010. p. 1019–21. 7. Richard W. N, C. Guillermo C. Small Animal Internal Medicine. Igarss 2014. 2014. 1- 5 p. 8. Egenvall a, Hagman R, Bonnett BN, Hedhammar a, Olson P, Lagerstedt a S. Breed risk of pyometra in insured dogs in Sweden. J Vet Intern Med. 2001;15(6):530–8. 9. Niskanen M, Thrusfield M. Associations between age, parity, hormonal therapy and breed, and pyometra in Finnish dogs. Vet Rec. 1998;31:493–8. 10. Heiene R, van Vonderen IK, Moe L, Mølmen GS, Larsen NH, Kooistra HS. Vasopressin secretion in response to osmotic stimulation and effects of desmopressin on urinary concentrating capacity in dogs with pyometra. Am J Vet Res. 2004;65(4):404–8. 11. Dennis J, Hamm BL. Canine pyometra: Early recognition and diagnosis. Veterinary Medicine - Czech. 2012 May; 12. Musal B, Tuna B. Sugircal therapy of complicated uterine stump pyometra in five bitches: a case report. Veterinary Medicine - Czech. 2005;558–62.
1. Martí Angulo S. Patologías uterinas y ováricas. In: Reproducción y neonatología canina y felina. Servet. 2011. p. 138–51. 2. Fossum et al 2013. cirugia de pequeños animales. Journal of Chemical Information and Modeling. 2013. 1632 p. 3. Quinn P., Markey B., Leonard F., Hartigan P, Fanning S, FitzPatrick E. Veterinary Microbiology and Microbial Disease. Revised. USA; 2011. 928 p. 4. Hamm BL, Dennis J. Piometra canina, reconocimiento y diagnóstico tempranos. Veterinary Medicine. 2012 Sep;33–7. 5. Hagman R. Clinical and Molecular Characteristics of Pyometra in Female Dogs. Reprod Domest Anim. 2012;47(SUPPL. 6):323–5. 6. Onclin K., Verstegen J. Piómetra. In: El consultor en la clínica veterinaria. 1 Ed. Inte. 2010. p. 1019–21. 7. Richard W. N, C. Guillermo C. Small Animal Internal Medicine. Igarss 2014. 2014. 1- 5 p. 8. Egenvall a, Hagman R, Bonnett BN, Hedhammar a, Olson P, Lagerstedt a S. Breed risk of pyometra in insured dogs in Sweden. J Vet Intern Med. 2001;15(6):530–8. 9. Niskanen M, Thrusfield M. Associations between age, parity, hormonal therapy and breed, and pyometra in Finnish dogs. Vet Rec. 1998;31:493–8. 10. Heiene R, van Vonderen IK, Moe L, Mølmen GS, Larsen NH, Kooistra HS. Vasopressin secretion in response to osmotic stimulation and effects of desmopressin on urinary concentrating capacity in dogs with pyometra. Am J Vet Res. 2004;65(4):404–8. 11. Dennis J, Hamm BL. Canine pyometra: Early recognition and diagnosis. Veterinary Medicine - Czech. 2012 May; 12. Musal B, Tuna B. Sugircal therapy of complicated uterine stump pyometra in five bitches: a case report. Veterinary Medicine - Czech. 2005;558–62.
No hay comentarios:
Publicar un comentario