El contacto de la procesionaria con
nuestro amigo canino se considera una de las urgencias veterinarias más comunes
en los meses de Primavera. Estos insectos son lepidópteros nocturnos cuyo
nombre científico es Thaumatopea
pytocampa, conocidos comúnmente como orugas del pino o procesionarias
(nombre derivado de la típica manera de desplazamiento formando una hilera durante
la fase larvaria).
En la fase de larva esta oruga está
cubierta de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire. La
inhalación de esos finos pelos puede producir irritación en oídos, nariz y
garganta, así como intensas reacciones alérgicas. Muchas veces, nuestros amigos
peludos, movidos por la curiosidad, cogen alguna de estas orugas, las pisan o
las lamen. El pelo urticante de la oruga se clava primero en la piel actuando
como un arpón que contiene una ampolla de tóxico que provoca la liberación de
histamina y la reacción alérgica consecuente del perro. Es importante tener en
cuenta que si el animal ingiere las orugas o la zona afectada de la lengua es
muy grande, puede llegar morir.
CICLO
DE LA PROCESIONARIA
Durante el verano, la mariposa de la
procesionaria, pone los huevos sobre las acículas del pino, y aproximadamente
al mes, salen las larvas que empiezan a alimentarse y a construir sus nidos. Al
llegar el invierno construyen el verdadero nido. Cuando llega la primavera, o
finalizando el invierno, las orugas descienden en fila al suelo, se entierran y
forman sus crisálidas. Siendo esta la época realmente peligrosa para nuestros
perros.
SINTOMAS
Los signos más comúnmente observados
son excitación, ptialismo y sialorrea (salivación excesiva), dolor, prurito
(picor) facial, inflamación edematosa de labios y cavidad bucal (lengua
hinchada) e incluso de la cabeza en general, pudiendo llegar a aparecer vómitos.
La evolución normal si ha habido
contacto con lengua u otra parte de la mucosa oral, es que la zona afectada de
ésta se necrose (se muera el tejido) y que la zona afectada termine
desprendiéndose. En los casos más graves se ve afectada la laringe, faringe e
incluso el estómago, si el perro ingiere la oruga o nido de esta, siendo
necesaria en la mayoría de los casos practicar una traqueotomía para evitar la
asfixia producida por la inflamación.
TRATAMIENTO
Se debe instaurar lo antes posible,
es una URGENCIA. La primera medida
antes de acudir al veterinario incluso, es lavar muy bien la zona afectada con
agua caliente, ya que el calor inactiva la toxina. Es muy importante actuar con
rapidez y no frotar la lengua ya que
podríamos romper los pelos que contienen la toxina y empeorar la situación.
Tras esto, hay que ACUDIR URGENTEMENTE AL VETERINARIO para
que, tras valorar la gravedad del caso, se pueda instaurar el tratamiento
adecuado, normalmente con corticoides de acción rápida (dexametasona, succinato
de metilprednisolona), intravenosos o intramusculares, asociados o seguidos en
los días siguientes por antihistamínicos, también hay que considerar el uso de antibióticos y analgésicos.
PREVENCIÓN
Como siempre es mejor prevenir que
curar, recomendamos que en primavera, se eviten los paseos por parques o zonas
donde se observen pinares, nidos o hileras de procesionarias. Si en nuestro
domicilio existen nidos, podar las ramas y quemar los nidos para evitar la
eclosión de las larvas.
BIBLIOGRAFÍA
Paolo Stefano Marcato (2002), Patología
Sistematica Veterinaria
Nelson, R. and
Couto, C. (2014). Small animal internal medicine. 1st ed. St.
Louis: Elsevier Mosby.
Veterinaria, A. (2017). La procesionaria del pino.
[online] Argos Portal Veterinaria. Available at:
http://argos.portalveterinaria.com/noticia/2456/ARTICULOS-ARCHIVO/La-procesionaria-del-pino.html
Imagen de pastor alemán: http://perroverdeygatonegro.com/blog/wp-content/uploads/2014/03/perro-procesionaria.jpg
Imagen de orugas: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Thaumetopoea_pityocampa#/media/File:Thaumetopea.pityocampa.01.jpg
María Escobar González, DVM.
Hospital Veterinario Eme.
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