Por diferentes motivos, como controlar la natalidad,
disminuir el abandono, controlar el comportamiento territorial o agresivo… cada
vez más personas deciden esterilizar a su gato o gata. Esta práctica tiene grandes beneficios, pero
también algunos efectos secundarios.
La castración hace que nuestro animal corra el riesgo de
volverse obeso, aumenta la ganancia de peso, el porcentaje de grasa corporal,
el consumo voluntario… y los hábitos de los propietarios no ayudan a mejorar
este problema.
Es muy importante que desde los primeros días después de la
intervención cambiemos a un pienso específico y regulemos la cantidad de comida
que van a ingerir al día. Si nos esperamos a que ya haya engordado podemos encontrarnos
con el problema de que ya tendremos un animal obeso y aparte de poner en riesgo
su salud nos será muchísimo más complicado que pierda esos kilitos de más.
Así mismo debemos incentivar a nuestros gatos a ser más
activos, a diferencia de los perros no los sacamos a pasear, por lo que tenemos
que invertir un tiempo en jugar con ellos en casa , animarlo a correr detrás de
un objeto que le guste…
¡Llámenos sin compromiso y le ayudaremos a elegir un pienso
de calidad así como juguetes específicos para evitar el sobrepeso en nuestros
felinos!
Recordemos que un gato esterilizado necesita más cuidados a
nivel alimenticio para llevar una vida sana y feliz.
Blanca Barrio
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