viernes, 23 de diciembre de 2016

OTOHEMATOMAS EN PERROS & GATOS



Se trata de una acumulación de sangre en la cara interna del pabellón auricular, esto le da un aspecto inflamado. Su aparición es siempre aguda, consecuencia de la ruptura de un vaso sanguíneo debajo de la piel de la oreja. Puede afectar a toda la superficie o solamente a parte de ella.

Lo más importante de los otohematomas es valorarlos como un signo secundario, la mayoría de las veces por sacudir la cabeza o rascarse con las patas.  En la mayoría de los casos a la vez encontraremos otitis externa o media, ácaros o cuerpos extraños.  Sin embargo no todos los otohematomas se originan en otitis, puede existir fragilidad capilar o un traumatismo previo.

La manera de resolver el otohematoma es siempre quirúrgica, intentar resolverlo drenando el contenido con aguja y jeringa solo retrasa el problema.  Además de drenar y limpiar el contenido es muy importante bajo sedación realizar una limpieza profunda del pabellón auricular y del conducto auditivo externo.

Hay varias técnicas quirúrgicas, todas ellas encaminadas a vaciar, limpiar el contenido, disminuir el espacio libre y dejar una o varias aperturas para que puedan drenar las secreciones que se vayan formando.  Si la incisión se cierra antes de tiempo hay mucha probabilidad de recidivas.

Los días después de la cirugía es necesario el uso de un collar isabelino, ya que una buena cirugía y técnica pueden fracasar si no realizamos correctamente los cuidados posteriores.

Lo último a tener en cuenta es que cuando el hematoma se resuelve, el pabellón corre el riesgo de retraerse, quedando a menudo una deformación permanente en la oreja.
 
Blanca Barrio

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