En este post me gustaría hablar sobre las
diferentes edades en las que nuestras mascotas visitan la clínica veterinaria
haciendo una comparación aproximada con los centros sanitarios de medicina
humana, y la importancia de dicha visita en estas edades.
Cuando tengo que visitar un centro de salud
siempre me detengo en la sala de espera, observo los grupos mayoritarios de
personas que puedes encontrarte en un día cualquiera en uno de estos centros,
estos grupos son básicamente tres: personas en edad madura, personas de la 3º
edad y pediatría.
En medicina veterinaria esto ocurre
prácticamente igual, cuando adquirimos una nueva mascota en edad juvenil es muy
importante su pauta de vacunación completa, gracias a la evolución de la
medicina, hoy en día disponemos de gran diversidad de vacunas para enfermedades
que pueden ser mortales para un cachorro o incluso para perros adultos si son
contagiados, la última novedad la tenemos en la pauta de vacunación de
Leishmaniosis, enfermedad crónica que puede resultar mortal en perros adultos
que queden infectados. Sin olvidar enfermedades más típicas de cachorros como
son la parvovirosis canina, el moquillo canino o la leucemia felina.
Quizá con el tema de las vacunaciones hay una
consciencia bastante arraigada pero ¿Qué ocurre con los otros dos grupos
mayoritarios descritos anteriormente? Si hay otra visita mayoritaria de perros
o gatos en la clínica veterinaria, es la de perros mayores de 7 años o gatos
mayores de 8 años. Es de gran importancia el control de la salud de dichos
grupos ya que la mayoría de casos que acuden a la clínica diaria son estos.
Problemas renales, hepáticos, digestivos, hormonales, son problemas que pueden
resultar fatales si no se controlan a tiempo.
Se considera de vital importancia realizar un
chequeo médico o geriátrico en animales que superen cierta edad, siendo más o
menos amplio, lo ideal es realizar análisis de sangre y orina completos así
como una buena exploración física y radiografía de tórax, siendo conveniente en
la mayoría de casos la realización de electrocardiograma para la valoración
eléctrica del corazón y la ecografía abdominal para la valoración de posibles
neoplasias “jóvenes” en los diferentes órganos.
De este modo se puede obtener un mapa de
salud de cada individuo y poder tratar a tiempo enfermedades que aún no hayan
dado la cara, ya que normalmente cuando se diagnostica alguna enfermedad
crónica por la presentación de síntomas es indicativo de que dicha patología
lleva un tiempo en el organismo, y por lo tanto será difícil reestablecer la
salud completa del organismo.
Como ejemplo pondré una enfermedad bastante común
como es la enfermedad renal crónica, si nuestra mascota presenta síntomas como
vómitos, falta de apetito, adelgazamiento progresivo, podemos estar ante la
presencia de esta enfermedad, estando ya los síntomas establecidos, al realizar
un análisis sanguíneo podemos apreciar que los valores renales están alterados,
dando un mal pronóstico, ya que, probablemente el 90% de dichos riñones haya
dejado de funcionar.
En cambio, si nuestra mascota tiene 7 años de edad y sin
mostrar ningún síntoma y realizar un chequeo geriátrico completo observamos los
niveles renales algo alterados, nos da un indicativo de que algo no va del todo
bien y debemos actuar cuanto antes, mejorando la salud de dicho individuo en
algunas ocasiones únicamente con un cambio en su dieta diaria.
Para concluir, me gustaría comentar otra
consulta bastante común en la clínica diaria como son las neoplasias o tumores
en perros de edad geriátrica. Las neoplasias mamarias en perras sin esterilizar
son de las consultas más comunes que encontramos a diario, siendo muy
importante la extirpación y análisis mediante biopsia, así como la instauración
de quimioterápicos en casos en los que resulten tener un grado alto de
malignidad.
No hay que olvidar que la cadena mamaria no es el único lugar del
organismo donde se pueden instaurar las neoplasias, si siendo el lugar más
común y más a la vista para un propietario.
Es conveniente a cierta edad, la
realización de una ecografía abdominal o radiografía de tórax, y así poder
mapear el estado del organismo y poder tomar medidas médicas o quirúrgicas a
tiempo y con un mejor pronóstico.
** Imagen de hospital veterinario Benipeixcar
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