La
veterinaria como se ha entendido durante algún tiempo atrás está cambiando. Siempre
se ha tenido en mentalidad de todos, la visión de ese veterinario con bata
blanca, estetoscopio al cuello, y termómetro en el bolsillo pero desde hace
unos años atrás todo ese concepto ha cambiado.
El
veterinario que se comienza a ver es el veterinario especialista, otro tipo de
profesional. Por desgracia, la profesión
veterinaria está bastante devaluada a día de hoy, sobre todo a nivel
gubernamental con esa subida al 21% de iva que tanto daño ha causado y del que
tan poco se informa.
La
medicina veterinaria está evolucionando, acercándose cada día más a nuestros
compañeros de medicina humana y por lo tanto se impone ese concepto tan
desconocido en este campo como es la “especialidad”. Entendamos su concepto
como la actividad, producto
o cualidad en la que algo o alguien destaca o sobresale.
Teniendo
este concepto claro, y siempre para dar el mejor servicio a seres tan
importantes en nuestras vidas como son nuestras mascotas y compañeros de vida,
lo que conseguimos es un grupo de médicos veterinarios en funcionamiento tal y
como funciona un hospital de medicina humana, con sus especialistas en
cardiología, cirugía, medicina interna, diagnóstico por imagen, etc, una lista
muy amplia de diferentes especialidades de la que poca consciencia se tiene a
día de hoy pero gracias al acceso a la información a través de internet, cada
día se hace más conciencia sobre ello.
Así pues, para
concluir, me gustaría dejar clara la comparación de ese veterinario descrito al
principio con el nuevo veterinario, se trata de un veterinario de años atrás,
allá por los 80 y 90. El veterinario actual no va vestido con bata blanca,
normalmente viste con pijama de diferentes colores, hemos cambiado ese concepto
de tener una idea amplia de un TODO a ser especialista de una materia en
cuestión.
Porque, al fin y al
cabo, es mejor saber mucho de algo que saber muy poco de todo.
DVM. David Ramos Martín
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